jueves, 23 de agosto de 2007

Sensibilización en Gorkhel

Ayer bajaba del pueblo fronterizo de Pashupatinagar, en la región de nepalesa de Ilam y a tan solo unos kilómetros de la india Darjeeling. Estaba absorto viendo los "tea gardens", que como una alfombra cubren la mayor parte de las laderas de esta región. Pero mis pensamientos estaban atrás, en el pueblo y en las niñas, de 14 a veintipocos años, que se habían despedido de mi entre muestras evidentes de cariño y pidiéndome que no las olvidara al volver a España.

La mayoría habían llegado de Katmandú el mismo día que yo para recorrer tres áreas rurales y poner sobre aviso y concienciar del problema del trafico de niñas. Nadie mejor lo conoce, pues todas han sido rescatadas tras sufrir, en diferentes grados, el drama. Acompañadas por personal de Maiti y como parte del proceso de rehabilitación en el que se encuentran, el martes escenificaron en la villa de Gorkhel el rapto/venta/engaño, traslado a los prostíbulos, maltratos y violaciones. Todo adaptado a una audiencia mayoritariamente infantil, que reía cuando no se quedaba boquiabierta.

Pero lo mas impresionante fueron las 2h de camino desde la remota Pashupatinagar hasta la mas remota aún Gorkhel. Qué bonito verlas sonreír, reír, correr, jugar ... pedirme que les hiciera fotos, preguntarme si era su amigo ... Y ver como acudían a verlas a Gorkhel gente de todos los campos circundantes y de otras aldeas menores, cercanas o distantes, para verlas actuar.

Al acabar las despidieron entre aplausos y pidiendo que repitieran la actuación en otras aldeas, pues realmente lo consideraban interesante y necesario, ya que se habían dado varias desapariciones recientemente. Antes de dejarnos marchar nos ofrecieron lo que tenían, mazorcas de maíz y pepinos, que comimos como si de un manjar se tratara. Tras esto nos esperaban tres duras horas de camino cuesta arriba, de vuelta a la humilde pensión, a medio construir, de Pashupatinagar. Nos dejaron agotados - a mi el primero - pero no nos quitaron el buen ánimo.

El miércoles descansaron y hoy han vuelto a escenificar el problema en otra área rural de la región. Incluso actúan en pueblos indios cuando lo acuerdan con las comunidades y las autoridades lo permiten.

PD: os tengo que contar el trabajo y función de los 'Transit Homes' o casas de acogida en puestos fronterizos. Muy brevemente, varias niñas tienen un puesto al lado de la policía fronteriza y cada coche o bus sospechoso de llevar niñas menores, engañadas o drogadas, es interceptado. El problema es que hay infinitos puestos de frontera.

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